sábado, 10 de mayo de 2008

Dos palabras. Un mismo significado.

Dice Domingo M. Basso que la "(...) palabra ética procede del griego ethos, que significa costumbre, y equivale totalmente al término moral derivado del latino mos, de igual significado. Tanto en uno como en otro caso se expresa un modo connatural de obrar, o sea 'por costumbre' o 'por hábito'. La ética o moral vendría a ser, consecuentemente, la ciencia que estudia la conducta humana o las costumbres de los hombres.
Esta terminología fue la comúnmente utilizada durante muchos siglos. En la actualidad se ha dado a los términos Ética y Moral significados muy diferentes, en muchos casos ambiguos y en otros contrarios a los originales."(1)



Considerar a la moral como algo implícito en la naturaleza de cada hombre y a la ética como un proceso de la conducta individual que lleva a poner en práctica esas normas morales, puede llevar a caer en graves errores.


Pongamos algunos ejemplos:

Sea como sea, matar a un ser humano, aun cuando se admita el principio de legítima defensa, es siempre un acto malo. Recibiremos o no castigo judicial por ese hecho pero nadie podrá afirmar que nos se trata de un hecho negativo. Pero, ¿qué ocurre cuando estamos ante un embrión humano que no pone en riesgo la vida de su madre?. ¿Pensamos todos del mismo modo?. Seguramente que no, porque en la actualidad, sobran ejemplos de personas que admiten el aborto aludiendo a los derechos de las mujeres en edad fértil que quedan embarazadas y no desean tener un hijo. Es verdad, esas mujeres tienen derecho a vivir su sexualidad sin por ello convertirse en madres pero, también es cierto, que ese ser humano que llevan en su vientre, tiene derecho a la vida y, esta vida, por más pequeña e indefensa que parezca, para muchos de nosotros, merece elmás absoluto respeto.


Otras veces, pensar que moral y ética no significan lo mismo, lleva a tomar decisiones sanitarias que terminan excluyendo a los que más necesitan atención. ¿No es que, como profesionales del ámbito de la salud, debemos ayudar siempre al que sufre?. Entonces, ¿por qué motivo muchas veces se avalan medidas sanitarias que sólo buscan conservar la salud de las personas sanas?. Nadie puede objetar la importancia de implementar campañas de prevención, sin embargo, es injusto no brindar atención a aquellos que más lo necesitan simplemente porque al comparar los costos de los insumos y la cantidad de población cubierta se termina optando por aquella medida que le da más beneficios al mayor número de gente dejando de lado a aquel que está padeciendo una dolencia de alato impacto tanto en su salud personal como en la economía sanitaria.


Más allá del modo como nos guste llamarla, una cosa es segura, ética o moral remiten a un mismo principio fundamental: "Haz el bien y evita el mal" y, este precepto universal, es además, capaz de guiar todos y cada uno de los actos que llevemos a cabo en el ámbito biomédico, aun, cuando formemos parte de corrientes de pensamiento muy distantes entre sí.





(1) BASSO, Domingo M., Los Fundamentos de la Moral, Segunda Edición, EDUCA, Buenos Aires, p.13.

jueves, 8 de mayo de 2008

El inicio de la vida humana, ¿verdad biológica o cuestión de consenso?

La transmisión de la vida de padres a hijos es una verdad biológica irrefutable que se sustenta en múltiples evidencias científicas. Por ejemplo: desde el mismo instante de la fecundación la información contenida en los genes maternos y paternos inicia y guía el crecimiento y el desarrollo de cada ser humano (sea uno solo o gemelos). En un contexto que busca permitir la manipulación de embriones humanos y ceder ante posturas abortistas, distintas corrientes actuales han puesto en discusión el origen mismo de la vida humana dando lugar a grandes confusiones.
  • La "Teoría de la 8va Semana de A. Bedate" sostiene, desde un punto de vista meramente biológico, que recién a las 6 u 8 semanas de gestación el embrión cumple con las características que lo hacen un individuo humano. Antes de ese momento, si bien se lo debe proteger, no merece la misma consideración que debe brindársele a una persona humana.
  • Desde 1984, el Informe Warnock promueve la "Teoría de la Individuación" que afirma que el embrión, recién a partir del día 14 de gestación, posee características suficientes para ser considerado un individuo merecedor de protección legal.
  • La "Teoría de la Anidación o Implantación" considera que la vida humana comienza cuando el embrión se fija en el útero materno entre 7 y 14 días después de la fecundación.
  • La "Teoría de la Singamia" afirma que la vida humana comienza unas 6 ó 12 horas después de la fecundación, cuando los cromosomas maternos y paternos forman la molécula de ADN que se transmitirá a cada célula del nuevo organismo.
Frente a las ideas que consideran que la fecundación es condición necesaria pero no suficiente para dar origen a una nueva vida humana, es necesario, fijar un criterio que defienda su particular dignidad.
La "Teoría de la Fecundación", a la que adherimos, sostiene que inmediatamente después que un óvulo humano es fecundado por un espermatozoide humano estamos en presencia de una nueva vida humana.
Respetar la vida desde el mismo instante de su concepción es un compromiso de todos y un deber para los hombres y mujeres de ciencia.
Un agradecimiento muy especial a la producción de Factor Futuro.