viernes, 20 de febrero de 2009

No hay decisiones standard

Su esposo espera un milagro para su mujer en coma desde hace 14 años

Santiago de Chile, 20 Feb. 09 (AICA)


Un hombre que defiende la vida

Carlos Abarca visita tres veces al día a su esposa Erika Sotelo, quien desde hace 14 años está en estado de coma, a causa de una mala aplicación de la anestesia para una operación. Este devoto esposo chileno comenta cómo es el día a día con su esposa y cómo en estas difíciles circunstancias el cariño "es más fuerte que antes" y está siempre "a la espera de un milagro".

Este dramático y conmovedor caso, un nuevo contrapunto para el de Eluana Englaro en el que su padre Beppino solicitó se le retirara la hidratación y la alimentación produciéndole la muerte el pasado 9 de febrero, fue dado a conocer por el diario chileno El Mercurio.

Carlos no le lleva flores a Erika aunque le encantan. "En su estado puede ser peligroso", explica. Por eso prefiere llevarle camisones, la única vestimenta que su esposa utiliza desde el 3 de marzo de 1995, cuando quedó en coma tras una falla en la anestesia mientras le realizaban una histerectomía en el Hospital del Salvador.

Ahora que está retirado de carabineros, Carlos puede visitarla tres veces al día y mantiene la esperanza de verla despertar: "estando ella viva, siempre está latente que en cualquier momento pueda producirse un milagro", comenta.

Carlos Abarca relata que sus esperanzas crecen cuando Erika hace "pequeñas cosas", como bostezar y estirar una mano. También asegura que lo siente cuando llega "por muy dormida que pueda estar". "Ella está esperándome, hace cosas para que vaya donde ella. Abre sus ojitos, no sé si ve o no ve", pero de lo que sí está seguro es que lo escucha. "Uno está conversando y ella está pendiente, se agita".

Por eso siempre le conversa, le cuenta por ejemplo en qué día y año están. "A veces cuando uno le habla al oído se pone a llorar, entonces yo creo con mayor razón que ella escucha", dice, "claro que los médicos siempre manifiestan otra cosa, pero yo creo que es para no darte una esperanza, para que uno no se ilusione, pero yo la conozco mejor que nadie".

Cuenta que Erika "a veces llora con fuerza, no sé si le molestará o recordará algo". Por eso prefiere evitar hacer comentarios que la puedan poner triste, como que él se debe marchar. "Cuando uno le dice que se va, ella se pone a llorar o estira la boca, hace pucheros, igual que una guagua (bebé)", afirma.

Hay días, dice, en los que su Erika, su esposa también se ríe. "Cuando yo le hago cariño se sonríe, cuando le paso mi cara por su cara, quizás es por la sensación, por mi bigote, como que le llama la atención y se ríe", señala. Dice que a veces también la besa. "Por supuesto, si es mi mujer", asegura.

Además de conversarle y acariciarla, cuando la visita también la acicala. Le echa colonia, crema, la peina y, ayudado por su suegra, le lava el cabello. "Uno aprovecha porque la estadía es larga, de las 11 a las 17, entonces uno tiene tiempo para hacer eso, que es bonito también", explica.

Carlos reafirma el amor que tiene por su esposa: "es un cariño diferente, un cariño como no sé, ella es como una guagua, entonces el cariño es totalmente diferente, pero es más fuerte que antes. Quiero protegerla, cuidarla, que esté bien, que no le falte nada", dice.

Este enamorado esposo rechaza la idea de "rehacer" su vida, ya que "el cariño siempre va a estar enfocado en ella, nunca he dudado. No pretendo nada más de la vida que preocuparme de ella, no hay otra cosa que hacer".

La seguirá amando "hasta cuando Dios disponga. Por último, si el día de mañana ella tiene que partir, mi conciencia va a quedar tranquila", precisa.

"Muchas personas me dicen ‘tú ya estás acostumbrado a esto’, pero no, el día a día es diferente y uno no puede acostumbrarse, tampoco estoy preparado para cuando ella quiera partir", concluye.+



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GENÉTICA

Nuevas fronteras genéticas y peligros de la eugenesia

Ciudad del Vaticano, 20 Feb. 09 (AICA)


La genética al servicio de la creación


Al presentar este martes 17 en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el congreso "Las nuevas fronteras de la genética y el peligro de la eugenesia", el presidente de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Rino Fisichella, explicó que los avances científicos en la genética deben siempre respetar la vida de todo ser humano y deben estar siempre de acuerdo con la ética.

El congreso, promovido por la Academia Pontificia para la Vida, se llevará a cabo hoy y mañana en el Aula Nueva del Sínodo, en el Vaticano, y sus relatores son científicos procedentes de diversas universidades que abordarán el tema desde varias perspectivas: la estrictamente biomédica, la jurídica, y las reflexiones filosófica, teológica y sociológica.

"Gracias a la gran labor desarrollada en los últimos decenios, sobre todo bajo la dirección de F. Collins, acerca de la Human Genome Data Base -explicó monseñor Fisichella- es posible realizar el mapa de millones de genes que permiten conocer diversos tipos de enfermedades y a menudo se ofrece la posibilidad concreta de superar las patologías hereditarias".

"La finalidad del Congreso es verificar si en el ámbito de experimentación genética hay aspectos que tienden a una acción eugenésica o la llevan a cabo de hecho". Este dato, dijo el prelado, "se expresa en diversos proyectos de orden científico, biológico, médico, social y político, todos ellos más o menos ligados entre sí", que "llevan aparejado un juicio ético sobre todo cuando se pretende sostener que se realiza una acción eugenésica en nombre de una "normalidad" de vida ofrecida a los individuos".

"Esa mentalidad, ciertamente reductiva, pero presente, tiende a considerar que hay personas que tienen menos valor que otras, sea por sus condiciones de vida -como la pobreza o la falta de educación-, o a causa de su condición física -como los discapacitados, los enfermos psíquicos, las personas en el denominado "estado vegetativo", los ancianos con graves patologías".

"No siempre las instancias de la ciencia médica están de acuerdo con el parecer del filósofo o del teólogo", subrayó el presidente de la Pontificia Academia para la Vida. "Si por una parte es frecuente entre algunos la tentación de considerar el cuerpo como materia, por otra, la preocupación de que no se olvide jamás la unidad fundamental de toda persona es una instancia que no puede marginarse ni callarse".

"Efectivamente la investigación para aliviar a las personas debe aumentar y progresar -concluyó-, pero al mismo tiempo estamos llamados a hacer crecer y progresar la conciencia ética sin la cual toda conquista sería siempre parcial".

Por su parte monseñor Ignacio Carrasco de Paula, canciller de la Academia Pontificia para la Vida, intervino para afirmar que “el Proyecto del Genoma Humano es uno de los grandes logros de estos inicios del nuevo milenio. Si para la medicina y no solo para ella, el conocimiento del genoma humano es absolutamente esencial, también es muy importante identificar sus consecuencias éticas, legales y sociales".

Refiriéndose a la eugenesia, señaló que ésta "representa el principal uso discriminatorio de los descubrimientos de las ciencias genéticas. Este es el punto que el Congreso se propone examinar. Obviamente, el objetivo principal es llamar la atención de todos sobre los notables beneficios que se pueden obtener de la investigación genética, si tanto el compromiso de los investigadores como las inversiones públicas y privadas se dirigen a ella, superando la tentación de los aparentes atajos propuestos por la eugenesia".

Después intervino el profesor Bruno Dallapiccola, docente de Genética Médica en la Universidad “La Sapienza” de Roma, quien dijo que "la difusión de los análisis del genoma está destinada no solo a una estrecha dependencia de las personas de la medicina, sino también a transformar la figura del médico. La era post-genoma corre el riesgo de producir una ulterior involución de la figura del médico, destinado, quizá, a ser una persona que interpreta los datos sofisticados de algún instrumento de elevada tecnología".

"Hay que ser críticos -concluyó- tanto en relación con los "reduccionistas", que piensan que la secuencia del genoma humano es suficiente para aclarar el sentido de la vida humana, como con los "deterministas", que creen lograr predecir, solo a través de la lectura del DNA, el destino biológico de una persona".+



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OTRA PERSPECTIVA:
Experiencia pionera / Dos empresas financiarán la investigaciónCon computadoras, analizan la estructura del genoma humano

Investigadores argentinos desarrollaron técnicas novedosas valoradas internacionalmente

lanacion.com | Ciencia/Salud | Viernes 20 de febrero de 2009