viernes, 26 de marzo de 2010

Todos mis pacientes

Martes 1 de Setiembre de 2009
http://www.ambito.com/noticia.asp?id=479804
Una intervención del Hospital Austral
Salvaron a bebé sano gestado con siamesas

Alejandra Sánchez, de 32 años, casada y madre de cinco hijos, vive en la localidad de Capilla de Señor. En enero quedó embarazada de un supuesto sexto hijo. Pero en junio de este año, cuando ya cursaba un embarazo de 24 semanas, su obstetra la derivó a la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario Austral, porque su embarazo era múltiple, pero con un bebé polimalformado.

En el Hospital Austral se le diagnosticó un embarazo triple formado por un par de gemelas siamesas y una tercera gemela normal. Las siamesas estaban fusionadas en la mitad superior del cuerpo, compartiendo el corazón y la cabeza. La malformación terminaría en anencefalia, que lleva a la destrucción de la corteza cerebral y que lamentablemente significaba que estas bebés iban a morir poco después de nacer.

El doctor Adolfo Etchegaray, director de la Unidad de Medicina Fetal, afirmó que lamentablemente no podríamos curar al bebé fusionado, pero teníamos un problema adicional: la vida del bebé sano corría un grave peligro debido a que el líquido amniótico, en el saco del siamés, iba aumentando progresivamente cada semana como consecuencia de su incapacidad de deglutir, lo cual eventualmente podría producir un parto prematuro severo. La clave era tratar de encontrar una forma de reducir el riesgo de prematuridad en el feto sano, sin perjudicar al enfermo.

En julio, cuando la madre comenzaba a cursar las 29 semanas de embarazo, el aumento de la tensión abdominal llevó al experto en Medicina Fetal a decidir realizar un amniodrenaje para descomprimir el útero y permitir que el embarazo continuara hasta una edad gestacional menos peligrosa para el nacimiento.

El amniodrenaje es un procedimiento relativamente simple, que consiste en evacuar con una aguja el exceso de líquido amniótico para prolongar el embarazo. En este caso se extrajo un litro y medio de liquido, lo cual produjo un importante alivio a la paciente y redujo el riesgo de que el nacimiento se produjera tan tempranamente, expresó Etchegaray.

El 12 de agosto fue el día clave. Se programó una cesárea para reducir el riesgo de complicaciones para el bebé sano y de una cirugía más dificultosa a edades gestacionales más avanzadas. Luisana, la beba sana, nació con un peso de 1770 gramos y permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatológicos. Vanesa, así se llamaron las siamesas, tan sólo vivió media hora, tal como se esperaba desde que se realizó el diagnóstico.

Etcheragay contó que Vanesa, que sabíamos que moriría poco después de nacer, tuvo el mismo nacimiento que su hermanita Luisana, fue aceptada por sus padres y tuvo un nombre. Estuve al lado de ella durante los 30 minutos de su corta vida mientras terminaban de operar a su mamá. Tuvo el tratamiento digno que merece todo ser humano. Incluso sus padres tuvieron la posibilidad de bautizarla.

El doctor Rafael Pineda, Director del Comité de Ética Asistencial del Hospital Universitario Austral, sostuvo que más de algún colega, al enterarse de este hecho, se habrá preguntado ¿por qué no eliminaron al bebé siamés si no iba a tener chances de vida, y así hubiera sido más fácil el tratamiento y salvar la vida de la beba sana, como los otros 11 casos que se conocen en el resto del mundo? Sin embargo, en el Comité de Ética nos pareció mejor prolongar el embarazo y con esto mejorar las chances de sobrevida de la beba sana, sin perjudicar directamente a las siamesas y respetando, así, la dignidad de esa persona en gestación, que se fue de este mundo de forma natural y habiendo recibido el trato humanizado que todos merecemos


LOGRO DE LA MEDICINA
http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/2/09/2009/992085.html

Una beba logró sobrevivir a sus hermanas siamesas
Una difícil intervención permitió el nacimiento, con 32 semanas de gestación de Luisana, hermana de dos gemelas unidas por el corazón y el cráneo que murieron en el parto, un caso inédito en Argentina y con sólo 15 antecedentes en el mundo.
BUENOS AIRES (NA) -- Una beba logró sobrevivir a sus hermanas siamesas, en el que sería el primer caso que se conoce en la Argentina (tercero en América Latina) de un embarazo triple de un par de gemelos siameses y un tercer niño sano.
El caso de Luisana, gestada en un embarazo de tres gemelas de las cuales dos eran siamesas "inviables", es el tercero que se registra en América Latina, los dos anteriores se dieron en Chile.
La pareja formada por Alejandra (32) y Hugo (35) de la localidad bonaerense de Capilla del Señor, comenzó a buscar un sexto hijo hasta que en enero pasado la mujer quedó embarazada.
Al promediar el embarazo, la mujer fue notificada de un embarazo múltiple, pero con un bebé polimalformado.
En el Hospital Austral se le diagnosticó un embarazo triple formado por un par de gemelas siamesas, que compartían corazón y cabeza, y una tercera niña, que finalmente sobrevivió.
Alejandra, madre de la niña que es uno de los 15 antecedentes en todo el mundo, destacó la labor de los médicos por salvar a la niña, ya que en general estos casos tienen un desenlace fatal.
"Yo sabía que una (de sus hijas) venía bien y decidimos luchar", señaló la mujer, de 32 años, quien dio a luz el parto múltiple el 12 de agosto último en el Hospital Austral, y cuyo caso se conoció públicamente ayer.
La mujer vive junto a su marido Hugo, de 35 años, y sus hijos Yesica, de 17; Gabriel, de 16; Melany, de 14; Hernán, de 13; y Dylan, de 11, además de la recién llegada Luisana.
"A los otros nenes no los disfrutamos mucho, porque fueron muy seguidos. Mi marido quería tener otro bebé; entonces empezamos a buscar a Luisana. Fue un embarazo totalmente espontáneo", dijo la mujer, quien contó que económicamente no les sobra nada "pero tampoco nos falta".
A las nueve semanas de gestación, le comunicaron que uno de los mellizos tenía anencefalia y no sobreviviría.
"Lo charlamos con mi marido. Yo sabía que una venía bien y decidimos luchar por eso, sabiendo los riesgos que corríamos", señaló, en declaraciones a un matutino porteño.
La anencefalia es uno de los defectos en el tubo neural, que se produce por carencia de ácido fólico en el primer mes de gestación, al no cerrarse el tubo que protege la médula espinal.
"No se cierra la bóveda craneana, por lo que el cerebro se forma, pero se destruye al nacer", explicó Adolfo Etchegaray, director de la Unidad de Medicina Fetal del HUA (Hospital Universitario Austral).
El segundo problema fue que la vida de la beba sana corría grave peligro porque en la otra placenta el líquido amniótico iba aumentando, debido a que el feto malformado era incapaz de deglutir, lo que implicaba un riesgo de parto prematuro, con la posibilidad de que la beba sufriera secuelas.
"Al aumentar de tamaño el útero, éste lo interpreta como que el embarazo llegó a término, y la madre puede romper bolsa o empezar con contracciones", señaló Etchegaray.
La mujer comentó que a las 20 semanas supieron que, además, eran siamesas, por lo que "el miedo que tenía era llegar a las 32 semanas y quedarme sin nada".
Una vez derivada al Hospital Universitario Austral, fue sometida al amniodrenaje.
"Lo novedoso de este caso no fue precisamente el amniodrenaje. En la gran mayoría de los pocos casos publicados en la literatura se procedió directamente a finalizar todo el embarazo o se realizó un feticidio selectivo del feto siamés, a veces incluso produciendo la muerte del sano, de manera involuntaria", agregó el médico.
"Pensé que iba a ser mucho más traumático, pero no hay palabras para describir la contención que dan en el hospital", admitió la mujer.
En ese momento, los padres pusieron nombres a las siamesas, "porque yo sabía que iban a nacer vivas".
Al tener una sola cabeza, los médicos anotaron el parto como de mellizas, con la muerte de una de ellas.
Antes de la cesárea, los padres pidieron la presencia de un sacerdote, y la niña --Vanesa-- fue bautizada en el quirófano, antes de morir.
"Es una criatura más, tiene el mismo derecho que la hermana de recibir un nombre y su apellido", señaló Alejandra.

Planificación familiar

Amor, Educación e Información son tres ingredientes indispensables a la hora de pensar en traer hijos al mundo.

Actuar con responsabilidad es reconocer el valor que encierra concebir un nuevo ser humano.

Vivir plenamente nuestra sexualidad nos hace mujeres y varones respetuosos de los períodos de fertilidad e infertilidad y de los sentimientos que nos unen al otro.

Pensar en un método de planificación familiar es mucho más que simplemente conocer cada uno de los métodos anticonceptivos disponibles.


Menos hijos y más tarde, la nueva planificación familiar
www.clarin.com/diario/2010/03/04/um/m-02166143.htm - 24 de marzo de 2010
13:52|La mayoría de las parejas proyecta los embarazos. Así lo revela un informe de las Naciones Unidas. Es porque en los últimos años se redujo la tasa de fecundidad, creció el uso de anticonceptivos y se retrasó la edad en la que las mujeres son madres.
Por: Sibila Camps

En la Argentina, baja la tasa de fecundidad, el calendario de la maternidad se está atrasando y las mujeres postergan la edad para tener su primer hijo. Es una de las señales de que la mayoría de las parejas y las mujeres planifica los embarazos. Sin embargo, cuando se repara en ciertos datos -como el alto número de madres adolescentes-, se observa que aún queda mucho por hacer en materia de políticas públicas.

El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) presentó ayer el informe Situación de la población en la Argentina, que incluye análisis de los últimos datos disponibles. Allí se ve que el número de mujeres nacidas en los '80 que tuvieron su primer hijo antes de los 23 años se redujo al 38,7%, casi 5 puntos menos que las nacidas entre 1960 y 1979, y casi 10 menos que las nacidas en los '60.

La decisión de planificar los embarazos también se revela en que la tasa general de fecundidad siguió bajando y se mantiene en 2,3 hijos por mujer, apenas dos décimas por encima del nivel necesario para garantizar el reemplazo de la generación de madres.

En 2003 se puso en marcha el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. "En el informe se observa una alta prevalencia del uso de métodos anticonceptivos (78%); pero casi la mitad de las mujeres (41,4%) usa preservativos, y las encuestas no permiten saber si se utiliza bien, y en todas las relaciones", señala Eleonor Faur, de UNFPA.

Precisamente el condón es el método preferido por el 68,7% de las adolescentes, un hecho positivo en tanto evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Pero por otra parte es "uno de los métodos que más fallan, y que necesita de más condicionantes que otros métodos modernos; y no sabemos cuántas veces terminaron en abortos -apunta Faur-. Hay varios mitos que circulan sobre su uso. Además, muchas mujeres tienen menor capacidad de imponer al varón la decisión de usarlo".

No parece casual, entonces, que las cifras sobre embarazo adolescente se mantengan altas. En 2006, de cada mil adolescentes, 64 tuvieron un hijo. "Si bien hay un descenso, éste es muy lento, y la tasa de fecundidad adolescente se mantiene muy alta, sobre todo para un país con nuestra fecundidad general", repara la doctora Alejandra Pantelides, investigadora principal del Conicet en el Centro de Estudios de Población (CENEP).

Más del 15% de las mujeres que fueron madres en 2006 eran adolescentes. La disparidad regional es enorme, y va del 7,1% en la Capital, al 24,4% en Chaco. En 18 provincias, las madres menores de 20 años superan el promedio. En general, está en relación con el nivel educativo y, sobre todo, el grado de desarrollo de las provincias, a excepción de Santa Fe, debido a factores culturales y a la existencia de bolsones de pobreza.

"En general, las adolescentes consultan poco en el sistema de salud -admite Paula Ferro, directora del Programa Nacional de Salud Sexual-. Debemos seguir aumentando los espacios permeables para los adolescentes, de manera articulada con el sistema educativo. La ley de educación sexual recién está empezando a implementarse".

El informe repara en las altas estimaciones del número de abortos inducidos, que Pantelides calcula en el rango de los 447.000 por año, frente a los casi 750.000 nacimientos. "No debería serlo, pero en los hechos, el aborto está siendo un método de control de la natalidad", destaca la investigadora.

Las complicaciones derivadas de abortos siguen siendo la principal causa de muerte materna: el 29% de las aproximadamente 330 registradas cada año, en su mayor parte evitables. "No sabemos si algunas de las otras causas de muerte materna, como la sepsis, derivan también de abortos", advierte Pantelides.

La contracara es el número creciente de controles prenatales: apenas el 11,4% llega al parto con menos de cinco controles. Una vez más, son las mujeres más pobres, las de menor nivel educativo y las adolescentes, quienes toman relativamente menos cuidados neonatales. Casi todos los partos (99,2%) tienen lugar en centros de salud.

"Hay que profundizar mucho en la comunicación, para que las parejas y las mujeres conozcan la variedad de métodos anticonceptivos disponibles y legales", concluye Faur. Ferro coincide y anuncia que el programa a su cargo comenzará a entregar los insumos de manera directa a los depósitos provinciales y centros de salud, para garantizar su distribución.