En un único instante, cuando el espermatozoide penetra en el ovocito, toda la verdad y todo el misterio de la vida humana se manifiestan.
Respetar y admirar ese momento sublime, que a un mismo tiempo revela y guarda el origen de un singular e irrepetible ser humano, nos hace mujeres y varones más plenos capaces de participar de la infinita verdad, bondad y belleza de la Creación.
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